A finales de los años 80 aparecen composiciones urbanas y paisajes rurales, abigarrados, laberínticos. Son años intensos en su creación pictórica. Coincide con varios viajes por Norteamérica y temporadas en México.
En 1994 recibe un Homenaje en su ciudad natal Castelsarrasin.
En 1997, recibe la Llave de Barcelona por su labor artística.